El alto valor del metal rojo registrado en este último tiempo constituye una excelente noticia para nuestro país, dado que ello implica una mayor recaudación para las arcas fiscales y, con ello, solventar los programas de ayuda social impulsados por el Estado debido a los efectos de la pandemia de COVID-19.

Más allá de todas las expectativas, la libra de cobre superó la barrera de los cuatro dólares en la Bolsa de Metales, lo que tiene contento a todas las empresas mineras y al país, que estimaban un alza que bordeaba los tres dólares, por lo que se podrán inyectar ingresos adicionales del orden de 10 mil millones de dólares extras al fisco; esto además ha impactado en el valor del dólar, que ya bajó de los $700.
Si bien los expertos habían precisado un super ciclo, el comportamiento de la venta de este metal ha superado todas las especulaciones, vinculado con una mayor demanda general a nivel mundial y la oferta constante, a pesar de los efectos globales del coronavirus.
Una buena nueva a todas luces, justo en momento en que en Chile fue aprobado en la Cámara de Diputados el proyecto de royalty minero, que considera una compensación para el Estado por la explotación minera, del orden del 3 por ciento del valor de la venta para exportadores.